TIFF vs JPG [ESP]
Ha llegado el momento de abrir la caja de Pandora. TIFF vs JPG, ¿cómo funcionan realmente? ¿Es uno mejor que el otro?
TIFF (Tagged Image File Format) y JPG (Joint Photographic Experts Group) son dos formatos de imagen extensamente utilizados para almacenar imágenes digitales. Puede resultar difícil distinguirlos, pero no te preocupes, hay claves que te ayudarán a determinar cuál es la mejor opción para tus necesidades.
NOTA DEL EDITOR: Es importante mencionar que hablaremos de archivos TIFF aplicados a fotografía y concretamente a escaneados de película, por lo que obviaremos temas como las capas o las transparencias. ¡Lo sentimos!
MITOS COMUNES SOBRE LOS ARCHIVOS TIFF
CALIDAD
Un mito es que los archivos TIFF tienen siempre mayor calidad que los JPG. Aunque esto suele ser cierto, no siempre es así. Depende de la calidad de la imagen original, de cómo se escaneó y de cómo se comprimió.
Es como decir que una pizza de tamaño familiar sabe mejor que una de tamaño individual sólo por su tamaño. 🙃🍕
TAMAÑO DEL ARCHIVO
Otro mito es que los archivos TIFF son siempre mucho más grandes que los JPG. Aunque los archivos TIFF tienden a ser más grandes, se pueden comprimir para hacerlos más pequeños, y también los JPG se pueden comprimir a una calidad muy alta (12 para los usuarios de Photoshop) dando como resultado un archivo que a veces puede rivalizar con el tamaño de un TIFF.
En cualquier caso, no te recomendamos que juzgues la calidad en función del tamaño -también es una lección de vida zen-.
Hora de las analogías
Piensa en los archivos como si fueran botellas. Un archivo TIFF de 16-bit sin comprimir sería como utilizar por defecto una botella de 5 litros para guardar todo lo que tienes en la nevera.
250ml de aceite → botella de 5L
500ml de yogur → botella de 5L
1L de zumo → botella de 5L
0,75 de vermut → botella de 5L
Probablemente a estas alturas ya te habrás dado cuenta de que la próxima vez que vayas al supermercado tendrás que comprarte una casa y una nevera nuevas.
Utilizar la compresión sin pérdidas (‘lossless compression’) te permitiría tener una especie de botella flexible que puedes ajustar al tamaño del contenido. Por supuesto, puedes seguir expandiéndola al máximo, pero si te gusta guardar un litro de zumo puedes simplemente hacer que el tamaño de la botella sea de 1L ¡y ahorrar 4L de espacio por el camino!
JPG, por otro lado, sería como tener toda tu nevera dividida en botellas de 330ml para optimizarla perfectamente para el tamaño de tu nevera. Podrías aprovechar el 100% del espacio de la nevera.
250ml de aceite → 1x botella de 330ml
500 ml de yogur → 1 botella de 330 ml
1L de zumo → 3x botella de 330 ml
0,75 de vermut → 2x botella de 330ml.
Estarías perdiendo un poco de la cantidad original, ¡pero el sabor será el mismo! También hará que puedas aprovechar al máximo el espacio de tu nevera + será súper fácil de transportar.
De nuevo, esto es una simplificación de cómo funciona realmente el almacenamiento de imágenes, pero nuestro objetivo es desmontar mitos y que salgas de este artículo tomando decisiones más inteligentes a la hora de almacenar tus archivos.
COLOR
Otra forma de comparar los dos formatos es en términos de color. La única diferencia clave aquí aparecería si comparamos archivos TIFF de 16-bit frente a JPG de 8-bit, que naturalmente tendrán una gama de colores más estrecha que los archivos TIFF. Pero eso es un poco como las peras y las manzanas. Más adelante hablaremos de los bits.
Con la configuración estándar, los archivos TIFF y JPG pueden mantener el mismo nivel de precisión y gama cromática.
‘LOSSLESS’ (SIN PÉRDIDAS) VS ‘LOSSY’ (CON PÉRDIDAS)
‘Compresión’ es como esa palabra diabólica que cualquier fotógrafo que se precie de hacer fotos de alta calidad nunca quiere oír mencionar en una conversación. Y aunque eso era cierto por muchas razones en el pasado, especialmente en los primeros días de JPG, hemos recorrido un largo camino desde entonces, y estamos a punto de decirte por qué.
Además, es muy importante comprender que la compresión garantiza que el archivo conservará el 100% de su calidad una vez descomprimido. Se llama compresión sin pérdidas (‘lossless’), ¡y ha sido uno de los mayores inventos de nuestro tiempo! ¡Es como lo que la luz LED fue a la bombilla!
Probablemente ya conozcas los archivos ZIP, LZW o RAR; ¡estos también son compresión sin pérdidas! ¿Te gustan los archivos .zip o .rar? Entonces te encanta la compresión ‘lossless’.
Si algo ha hecho “del mundo un lugar mejor”, eso es la compresión. Profundicemos en ello.
Las siguientes imágenes han sido ampliadas al 800% para poder apreciar mejor los detalles.
COMPRESIÓN ‘LOSSY’
La compresión ‘lossy’ es sin duda la más eficaz de todas; podemos convertir un archivo de 114 MB en otro de 12,7 MB sin que se note la diferencia a simple vista. ¿No nos crees? Compruébalo tú mismx.
Estos algoritmos están diseñados para descartar algunos de los datos que nuestros ojos no perciben o consideran irrelevantes de la imagen original para reducir el tamaño del archivo. Paradójicamente, los detalles más finos, como el ruido o la textura más fina, ocupan la mayor parte del espacio de almacenamiento de nuestro disco duro y son las partes de la imagen que menos interesan a nuestros ojos.
Para todos los audiófilos: .jpg es a las imágenes lo que .mp3 al sonido.
*Hemos utilizado el archivo JPG con la calidad de compresión más baja (0) con fines demostrativos. Ten en cuenta que la calidad JPG empieza a disminuir a partir de la calidad 6.
Como puedes ver arriba en este ejemplo exagerado, el archivo JPG está hecho de bloques (dato curioso, los bloques son de 8×8 píxeles) que se codifican individualmente con un algoritmo matemático. Dependiendo de cuánta calidad utilicemos (que va de 0 a 12 en Photoshop, por ejemplo), se puede crear una representación más o menos precisa de la imagen original.
Menor calidad = menos detalles. Los bloques de información se simplifican cuanto menor es la calidad que utilizamos y, en un momento dado, podemos empezar a verlos completamente.
Dicho esto. Te sorprendería la cantidad de compresión que podemos aplicar, reduciendo brutalmente el tamaño del archivo (recuerda que la imagen a calidad 0 ocupa 808Kb) y ver que la diferencia es casi imperceptible desde la imagen con zoom out.
Para ilustrarlo aún más, cogimos el JPG 0 y lo restamos del archivo original. De esta forma podemos ver todo el detalle de la imagen que hemos “perdido” durante el proceso de compresión.
Como siempre… ¡el diablo está en los detalles!
JPG calidad 10 vs JPG calidad 0 mediante el modo de fusión Diferencia*.
*Al restar dos píxeles con el mismo valor, el resultado es negro. Así que lo que se ve es la diferencia real entre el JPG calidad 10 y el JPG calidad 0.
COMPRESIÓN ‘LOSSLESS’
Los algoritmos de compresión ‘lossless’ (sin pérdidas) tienen muchas aplicaciones aparte de la imagen, como la gestión de datos médicos y científicos, el diseño gráfico o incluso el envío de documentos. Por ejemplo, en el tratamiento de imágenes médicas, la compresión sin pérdidas se utiliza para garantizar la conservación de los datos originales para un diagnóstico preciso y ofrecer una transmisión fiable y sin errores.
La compresión sin pérdidas ayuda a ahorrar espacio en disco manteniendo la precisión de los datos, preservando la exactitud e integridad de los datos originales. Además, permite obtener la máxima calidad de imagen al guardar archivos en formatos como TIFF y PNG.
Los algoritmos de compresión ‘lossless’ son excelentes para los archivos TIFF porque permiten mantener toda la calidad de la imagen ocupando menos espacio en disco. Básicamente, garantizan que se conserven los datos originales y que el diseño gráfico siga siendo el mismo. Y lo que es mejor, reducen el tamaño del archivo TIFF sin afectar a la calidad de la imagen. Esto significa que puedes almacenar imágenes grandes y de alta calidad en un archivo de menor tamaño, haciendo que el almacenamiento y la transmisión de datos de imagen sean más eficientes.
Como puedes ver, no hay absolutamente ninguna pérdida ni en los archivos TIFF 16 comprimidos ni en los sin comprimir. ¡Ni siquiera en la imagen ampliada al 1600% que se muestra a continuación!
Si hacemos un escaneado XXL de nuestro Noritsu en formato TIFF 16-bit sin comprimir, ocuparía alrededor de 185 MB para 1 fotograma (serían unos ~8,00 GB por rollo de 35mm dependiendo de las imágenes 🫠).
Ahora, si elegimos guardarlo con la opción integrada de compresión ZIP en Photoshop, el resultado es un archivo de 168,3 MB en nuestro disco con exactamente la misma calidad cuando lo abramos y descomprimamos a su tamaño original en Ps.
Eso es una reducción del 10% en el tamaño del archivo, ¡teniendo en cuenta que la calidad de nuestro archivo final es exactamente la misma bit a bit! No parece mucho, ¡pero son 800 Mb con la misma calidad de archivo!
Si pasáramos al territorio de los archivos de 8 bits, la optimización sería de casi un 40% de reducción. Esto se debe a que en los archivos de 16 bits hay una cantidad extrema de redundancia. Recuerda que 16 bits no es el doble de 8 bits… ¡sino x250 veces más información! (un archivo 8 bits tiene 256 valores, y un archivo 16 bits tiene 65.536 valores)
(Lo siento por los no geek, pero este tema es difícil de explicar sin números 😅)
8-BIT VS 16-BIT
Los archivos TIFF pueden almacenarse tanto en 8 bits como 16 bits. Los archivos de 8 bits están limitados a un máximo de 256 tonos de color, y aunque esto puede ser adecuado para la mayoría de las imágenes normales, los archivos de 16 bits tienen un máximo de 65.536 tonos de color distintos y son mucho más adecuados para fotos que requieren un mayor nivel de detalle y precisión.
Esto se debe a que los archivos de 16 bits permiten una gama mucho más amplia de variación tonal, proporcionando gradaciones mucho más sutiles de color y matices. Por este motivo, los archivos de 16 bits son la opción ideal para las fotos que necesitan captar la belleza natural de una escena u objeto, ya que pueden reproducir con mayor precisión la gama de colores y matices que están presentes de forma natural (os estoy mirando a vosotros, cielos azules infinitos con infinitas tonalidades de azul y blanco).
La compresión de los escáneres es muy buena, en parte gracias a los sensores. La diferencia en los cielos suele ser más crítica en las cámaras digitales, pero podemos ver el ejemplo aquí.
Si reexportamos el original de 16 bits a 8 bits y aplicamos niveles y curvas para tensar la gradación de color del cielo, podemos ver cómo las tonalidades se “rompen” de forma diferente. En los límites podemos ver cómo los 16 bits guardan tonalidades más sutiles.
Es importante tener en cuenta que los archivos JPG siempre serán de 8 bits.
TIFFS NO SON RAWS
Otro error común es creer que los archivos TIFF son tan flexibles como los RAW a la hora de editar escaneados. Si bien es cierto que los archivos TIFF 16-bit tienen más espacio para las transiciones de color, no son tan versátiles como los archivos RAW. Los archivos RAW contienen todos los datos originales del sensor de la cámara, lo que les da mucha más flexibilidad a la hora de editarlos.
Los archivos TIFF, por el contrario, están limitados en cuanto a la cantidad de edición que se puede realizar, ya que parte de los datos originales ya han sido descartados por el proceso de escaneado y el propio negativo.
Por esta razón, no nos cansaremos de insistir en la importancia de hacer una buena captura durante el proceso de escaneado para conseguir que la imagen se parezca lo más posible a lo que imaginas en el proceso final.
CONCLUSIÓN
Si has llegado hasta aquí, significa que esto te interesa de verdad. Esperamos que no se te esté derritiendo el cerebro de tanto galimatías técnico. Pero para ser sinceros, creemos que si te tomas tu fotografía en serio, ésta es una información que probablemente quieres tener.
Conocer las diferencias entre estos dos formatos puede ayudarte a tomar la decisión correcta para cada situación concreta.
Quienes retocan/ajustan sus imágenes a nivel de píxel necesitan capturar todas y cada una de las hojas en un paisaje frondoso, o realizar transiciones de color suaves como la mantequilla. En esos casos, recomendamos TIFF 16-bit. Y para todo lo demás… Mastercard JPG está bien.
Sin duda, JPG es el rey de Internet. De hecho, gracias a su versatilidad y eficacia, Internet tal y como lo conocemos hoy no sería posible sin JPG. Es ideal para compartir imágenes en línea y garantizar que tengan un aspecto magnífico sin dejar de ser fáciles de descargar.
Las imágenes JPG se pueden comprimir y optimizar para reducir aún más el tamaño del archivo, lo que permite subirlas y compartirlas rápidamente sin sacrificar la calidad. Los JPG también son compatibles con la mayoría de los programas de edición de imágenes, lo que facilita su ajuste. En definitiva, JPG es una gran opción para compartir imágenes en línea o para cualquier otro propósito en el que el tamaño del archivo o la compatibilidad sean importantes.
Aquí tienes una comparación de cómo afecta la compresión JPG a una imagen ampliada al 800%, para que veas cómo la imagen pierde información progresivamente, pero aún así en JPG-8 o incluso JPG-6 conserva una gran cantidad de detalles.
ENTONCES, ¿CUÁL DEBO USAR?
Como casi todo en la vida, no hay un formato intrínsecamente mejor que otro. Siempre animamos a los fotógrafos a utilizar JPG si no están seguros.
Para re-escaneos o trabajos que deban ampliarse fuera de la web, TIFF es nuestro formato preferido.
Si aún tienes dudas, ponte en contacto con nosotros en ask@carmencitafilmlab.com, y estaremos encantados de responderte, como siempre.
Hacer que la fotografía analógica sea más accesible y fácil de entender es la razón por la que Carmencita existe, y por eso entre todo el ajetreo del día a día sacamos tiempo para preparar estos artículos y ayudarte a entender esta cosa llamada fotografía de la que todos estamos enamorados.
EN PROFUNDIDAD…
Si quieres explorar aún más a fondo las profundidades del mundo de los JPG, tienes que ver el detallado vídeo creado por Branch Education en Youtube. Este vídeo profundiza en los intrincados detalles del algoritmo, tratando una variedad de temas como la compresión de archivos, los perfiles de color y los tipos de imagen.
Si buscas una guía completa para entender los matices de los archivos que utilizamos en nuestra vida diaria, ¡este vídeo es imprescindible!
Responsable del laboratorio desde 2013 y actualmente gestionando el equipo, desarrollando nuevos proyectos y tratando de conectar a la comunidad internacional de fotografía analógoca. Estas son solo mis reflexiones personales, puedes o no encontrarlas relevantes, creo que no hay nada más sano que un buen debate 🙂
– Albert Roig, Manager at the Lab